“No podemos borrar el pasado, pero sí dibujar el futuro”
Todo comenzó allá por el año 2002 en Almenara. Yo soy Joaquín y junto con mi mujer Asun somos padres de tres hijos, de los que estamos muy orgullosos, y son el motivo por el cuál todo empezó. Sobre el año 2000 yo trabajaba viajando por toda España en el Sector del azulejo. Salía un lunes y volvía un viernes, me gustaba mucho mi trabajo ya que la decoración de casas siempre me había atraído y disfrutaba aportando un valor de calidad y diseño a los equipos de vendedores que ayudaban a sus clientes decorando sus casas, pero había algo que no funcionaba.
Mis hijos se criaban sin padre, mi mujer no llevaba bien la situación y a mí se me hacía muy pesado cada lunes partir. En ese momento se me ocurrió la idea, dedicarme a algo que por un lado me permitiese estar cerca de mi familia y por otro lado que fuese algo en lo cual disfrutase con lo que hacía. Ahí llego la idea, ¿podría ser inmobiliario? Este trabajo también tiene un componente importante en cuanto a decoración, calidad y diseño. Yo conocía a varios promotores que necesitaban ayuda. Les podría aportar un solar primero, desarrollar con ellos un proyecto y gestionar la comercialización después. En ese mundo me desenvuelvo muy bien y me encanta participar desde el inicio en el desarrollo de lo que va a ser el hogar de personas. Este negocio me aportaba la posibilidad de participar en un equipo y poder crear algo. Algo que luego se convertiría en el hogar de personas. Además en mi antiguo trabajo no tenía la posibilidad de tener el trato directo con el cliente final, con las personas que querían comprar o vender una casa.
Pues bien, así andaba yo, planificando en el despacho de mi casa el posible nuevo negocio que iba montar en la misma Almenara. Se encontraba conmigo a mi lado mi hija Sara, que en aquel momento tenía 5 añitos. Ella estaba un poco aburrida ya que yo estaba enfrascado en mis pensamientos, números, contratos, etc… Cuando de repente levanté mi cabeza de los papeles, me di la vuelta y allí estaba, en la mesa, delante de ella, vi un dibujo que me llamó la atención. Me pareció un dibujo de cuento de hadas, era un dibujo de ensueño, una casita como la de Hansel y Gretel, súper bonita y le pregunté, ¿esto lo has hecho tú? Me dijo, sí papá. Incrédulo de mí, me acerqué a mi mujer y le dije, quién ha hecho este dibujo, has sido tú, y me dijo no, seguro que ha sido tu hija, pues bueno ahí empezó todo. Ese dibujo que tenéis en la fotografía, ahí está 15 años ya, el logotipo de nuestra agencia. Mi hija sin saberlo comenzó a dibujar nuestro futuro.
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