Ya no cabemos,  dónde está el baño por favor..?

Ya no cabemos macho. El jueves, es el día de la semana que viene a mi oficina a echarnos un cable mi buen amigo y grandísimo diseñador Toni Fortea, con el que llevo ya 16 años trabajando y es el que aparece en medio de la foto poniendo la mano a la puerta del water de la oficina. Pues bueno, hace poco un jueves, llego a la oficina y como podéis ver en la foto lo que nos ocurre es que ya no cabemos..!! El título de este post: si quieres mear tienes que pagar me vino a la cabeza al ver la imagen que te adjunto, recordé una experiencia mía de cuando tenía 18 años que te cuento ahora.

Por aquel entonces era yo un joven de pueblo, que había conseguido jugar en el juvenil A del Valencia CF en división de honor, digo conseguido porque yo bien sé que no tenía las mejores aptitudes para ello, pero sí las actitudes. Esto daría para otro post que a lo mejor más adelante titulo “Qué es tuya..? La aptitud o la actitud». Pues bueno ahí estoy yo, invierno de no recuerdo ya que año, joven, delgado, guapo, eso dicen algunas, enfundado con un abrigo gris cogido prestado del armario de mi padre, bufanda blanca, en el aeropuerto de Orly-París donde voy a visitar a mi novia, la que es ahora  mi mujer, que vivía por aquel entonces en Saint More, París. Llevaba 6 horas de viaje, entre llegar al aeropuerto de Valencia 2 horas antes, facturar las maletas, espera en la sala de embarque, retraso de 1 hora, vuelo de 2 horas entre despegue y aterrizaje, recogida de maletas en Orly,  de pronto, un apretón, uff que me meo, voy corriendo a los aseos públicos y ufff no me lo podía creer, allí, sentado, había un tipo en la puerta que me puso la mano como mi amigo en la foto, y por lo que yo pude entender con el francés que había estudiado en la escuela, me decía algo así: “si quieres mear tienes que pagar” eso sí muy educadamente con un “bonjour“ y un “monsieur” muy bien pronunciado.

No me lo podía creer, yo, que venía de un pueblo rodeado de naranjos donde hacer pis, o sea, mear es como algo muy natural, vamos como un derecho protegido por la Constitución, no me entraba en la cabeza.. Me costó como 1 minuto reaccionar y cuando reaccioné no podía ser, claro recién llegado de España, no tenía ni un franco encima, solo billetes que había cambiado para el viaje y eso sí que no, no le iba a pagar con un billete y que un pis me costase un quintal,  pues bueno me di la vuelta y aguanté y aguanté y cuando llegué a casa de mi novia y conocí a mis futuros suegros, mi saludo sabes cuál fue… ¿Dónde está el baño, por favor?


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